Abuela Huitziehecatl Eva Cecilia

Eva Cecilia Solís Arroyo, mejor conocida como la Abuela Huitziehecatl, es una Mujer Medicina, oriunda de Mexihco Tenochtitlan. Sus ancestros tanto de su linaje patrilineal como matrilineal son de Guanajuato; por sus venas corre sangre Purépecha y Chichimeca.

Licenciada en Administradora Pública y Ciencias Políticas de la UIA y Maestra en Economía de la New School for Social Research en Nueva York.

Después de haberse desempeñado de manera exitosa dentro de los sectores público, privado y financiero del mundo laboral, satisface su búsqueda espiritual a través del camino de la espiritualidad indígena y, dentro de éste, elige la Toltecayotl y el Xamanismo como los senderos a seguir.

Desde el año 2000, vive en Tlapalehui, en la Comunidad Indígena de Xoxocotla en el Estado de Morelos. Ahí funda Tlaltonatzintli, Casa de Medicina Ancestral, abocada al restablecimiento de la salud física, mental y emocional; la expansión de la conciencia y el desarrollo espiritual, con base en formas de vida derivadas de nuestra Sabiduría Ancestral. Ahí presta sus servicios como Curandera, Corredora de Temazcal, Consteladora Xamánica y Consejera Espiritual. Su medicina: la alineación con la Vida.

Encabeza las Cuadrillas de Barrenderas del Astral con presencia en 15 Estados de la República. Pertenece al Círculo de Sabiduría de la Unión de Tradiciones Ancestrales y asiste, bianualmente, a los festivales que éste realiza en Francia encabezando la Delegación Mexicana. Ello le ha brindado la experiencia de poder interactuar con pacientes y xamanes de los cinco continentes de nuestro planeta.

Y… ¿Qué se puede decir de ella?

Que es una mujer viento; es cambio; es movimiento. Nació dentro de una familia “acomodada” que le permitió realizar estudios que le llevaron a desempeñar cargos en los sectores público, financiero y empresarial. Su vida dio un giro de 360° al “dejarlo todo” para irse a vivir a Xoxocotla.

El contacto con lo sagrado, la naturaleza y la sustentabilidad han sido el pivote de su transformación. Vivir en la conexión cotidiana con la energía de la Madre Tierra le han alejado de la ciudad; de sus prisas, el tráfico, la violencia… el estrés.

Haber dejado la seguridad de un ingreso no le fue sencillo, pero aprendió a vivir de otra manera; a no gastar en tantas cosas que realmente no son necesarias. A cambio de la sencillez en la forma de vida, tiene paz y tranquilidad; vive en armonía y eso, es un verdadero privilegio.

¿Cómo fue que dio ese giro de 360 grados?

Escuchando a su corazón y confiando plenamente en que, si soltaba todo, emprendería una nueva vida que le daría el verdadero sentido a su existencia. Y…así fue.

Desde que llegó a Tapalehui, hace 25 años, empezaron a llegar “de visita” Abuelos de diferentes tradiciones. Ella siempre les preguntaba ¿Cómo sabes que existe éste lugar y por qué vienes? Uno a uno, le respondían siempre lo mismo: “Porque me trajo el Gran Espíritu”.

Justo estaba preguntándose ¿quién es el Gran Espíritu? Cuando, causalmente, llegó a sus manos el compendio titulado “Espíritu de la Madre Tierra”, Memoria del Cuarto Foro Internacional sobre la Espiritualidad de los Pueblos Indígenas de América, recopilada por la Abuela Marina Villalobos. Al abrirlo pudo sentir las palabras de los ancianos indígenas y guardianes tradicionales hablando de la espiritualidad ancestral. Ahí tuvo el llamado que la llevó hasta la montaña donde el Taita Aurelio Díaz Tekpankalli y su Madrina, la Abuela Margarita, le abrieron las puertas al Camino Rojo; al Camino del Tradición y Costumbre.

¿A qué se dedicaba antes de venir a Xoxocotla?

Su primer trabajo fue haciendo Análisis Político y luego, estuvo a nivel staff de varios Secretarios de Estado, apoyando su toma de decisiones. Su experiencia más acabada fue en Banco Mexicano Somex donde tuvo a su cargo, las áreas de Estudios Económicos, Planeación Estratégica y Desarrollo Organizacional. Ello le permitió adquirir la experiencia para fundar su propio despacho de Consultoría Empresarial, Pensamiento Estratégico S. C.

A lo largo de su existencia, siempre ha amado y se ha sentido satisfecha con lo que ha hecho más el servir como medio para que las personas sanen sus cuerpos, engrandezcan su espíritu y se reconcilien con el alma de sus familias, no se equipara con nada; ni cuando representaba al Gobierno de México en foros internacionales.

¿Y cómo aprendió a sanar, si andaba “en otro mundo”?

De primera mano de abuelos, chamanes y nagüales portadores de ese Gran Conocimiento. A veces, ellos llegaban hasta Tapalehui; otras muchas, ella los ha visitado en sus lugares; desde los más recónditos e inimaginables hasta en las calles y parques donde se encuentran. Cada uno le ha permitido caminar a su lado el tiempo que le correspondía. Las experiencias trascendentes y enseñanzas en su camino espiritual han sido plasmadas en su libro titulado “Soy Mujer Medicina” dejando así su legado.

¿Pertenece a la tradición Tolteca?

La toltecayotl o toltequidad no es una etnia ni tampoco una tradición. Es la matríz filosófico cultural del milenario conocimiento que dio vida y sustento a todas las grandes civilizaciones del Anahuak.

Esta tiene como objetivos lograr la trascendencia espiritual de la existencia y el desarrollo de una sociedad abocada al buen vivir y a la convivencia armoniosa entre sus miembros y con todo lo que vive.

Los Toltecas son entonces los hombres y mujeres de conocimiento, de sabiduría del Mexihco Antigüo con formas específicas de percibir, cuidar, manejar y acrecentar la energía. Huitziehecatl hace el mejor de sus esfuerzos por SER TOLTECA, es decir, vivir en congruencia con los principios y valores de la toltequidad.

¿Ha sido espiritualmente iniciada?

En el Camino del Tradición y Costumbre, poco a poco, se fue haciendo acreedora de cargos, encargos, permisos, protecciones y bendiciones.

Las iniciaciones las ha recibido a través de ciertas prácticas que implican el desarrollo de la percepción, la voluntad, la disciplina, la obediencia…la templanza del espíritu. Ha aprendido a disfrutar el estar con ella misma, a cultivar su centro; para cuidar y acrecentar su energía; encontrando, así, su lugar en la vida.

¿Siente estar cumpliendo con su propósito de existencia?

Si, a través del desarrollo de la consciencia y de la sanación de quienes la consultan; del sostenimiento de Tlaltonatzintli como espacio privilegiado para entrar en armonía con Uno Mismo, con la Naturaleza, con el Gran Misterio y el entretejido de una amorosa familia espiritual. Estos tres ámbitos constituyen su fuente de auto realización.